Financia al capital

¿Al enemigo ni agua?

En abril del 2009 tres operadores de telefonía móvil se repartían más del 95% del mercado español: Movistar, filial móvil de Telefónica, antiguo servicio publico español ; Vodafone, empresa inglesa ; y Orange, filial móvil e Internet de France Telecom, antiguo servicio público francés.

Estas empresas son emblemáticas de la evolución neoliberal de las últimas décadas. Se forraron primero en la ola de privatización de los servicios públicos de los noventa en Europa y han ido mutando en superdepredadores del gran capital a través de aperturas de mercado, fusiones, holding, joint venture, OPAs y otras palabrotas. Una vez liberalizado el mercado, aprovechan de su posición de monopolio compartido para acordar precios altos y así aumentar sus beneficios. Una hipocresía más del liberalismo que pretende que la competencia juega a favor del cliente. Así, en el 2007, la Comisión Nacional de la Competencia abrió un expediente sancionador contra estos tres operadores ante acusaciones de presunta concertación de precios.

También han hecho suyas las prácticas de gestión del personal más modernas, produciendo un aumento fatal del control y del estrés de sus trabajadores. Así la dirección de France Telecom tuvo que reconocer 32 suicidios de emplead×s entre el 2008 y el 2009.[1] Mientras tanto las compañías de móviles españolas ingresarán más de 6 millones de euros sólo por los SMS que se enviarán este año en Noche Buena y Noche Vieja.[2]

Al igual que MacDonald’s, Coca-Cola o Monsanto, son también empresas ejemplares del capitalismo globalizado y después de conquistar Europa invaden ahora los mercados de los países del Sur. Y como si fuera casualidad se reproducen los mismos antiguos imperios colonialistas en la repartición de los mercados. Así Telefónica (Movistar), empresa española, es líder en América Latina, mientras Orange, empresa heredera de France Telecom, domina en muchos países de África Subsahariana y Vodafone, empresa inglesa, en los países de la Commonwealth (India, Australia, África del Sur, etc.).

carta de los imperios de los operadores de telefonía móvil

Los éxitos de Telefónica, Vodafone y Orange en el mundo. ¿Teñidos de neocolonialismo? Este mapa indica que el operador o una de sus filiales es uno de los tres mayores operadores de un país.[3]

Telefónica representa el 43% del mercado en el estado español y es la segunda empresa transnacional más fuerte de América Latina, soló superada por General Motors. Si nos fijamos únicamente en el volumen de ventas en esta región, Telefónica duplica a la mayor multinacional española a nivel mundial, Repsol YPF. Y es que los datos de la compañía son realmente espectaculares: en el 2009 tenía presencia en 36 países y poseía 261 millones de usuarios…

Según datos de la comisión europea, si comparamos los precios de la telefonía móvil en Europa en el 2008, a servicio igual, España era el país más caro del continente y uno de los únicos donde el precio había subido desde el 2007. Por el mismo servicio, en el estado español se pagaba 36 euros cuando en Italia se pagaba 19 euros y en Holanda 10 euros.[4]

Si 1000 antisistemas[5] gastan 36 euros en su móvil cada mes, les regalan unos 432000 euros el año. Es más o menos la cantidad de dinero que sacó Enric Duran.[6] Se podría seguramente encontrar mejor uso para este dinero. ¿Cuántas kafetas menos que organizar para «sacar pasta»? ¿Cuántas campañas de apoyo a presas y presos? ¿Cuánto alivio para la autogestión de nuestros proyectos? ¿Cuántas horas más sin tener que trabajar?

un móvil quemandose

¡Cuidado! Escribimos este texto en el 2010.

Desde entonces ha cambiado muchísimo el panorama tanto tecnológico como social de la telefonía móvil. Por ejemplo, era antes del uso generalizado de los smartphones :)

Nuestras reflexiones quedan entonces en gran parte anticuadas, sobre todo las partes técnicas.